viernes, 8 de noviembre de 2013

TABACO= DEPENDENCIA



¡Dependencia!, esta es una palabra que hoy en día nos horroriza. Queremos ser independientes, emocional, económicamente…en todo. Queremos valernos por nosotros mismos, no queremos que nada ni nadie coarte nuestra libertad. Perfecto, muy comprensible. Pero después nos acarreamos vicios. Como el tabaco.

No puedo afirmarlo por experiencia propia, pero es dicho popular que el primer cigarrillo no gusta a nadie, incluso que los efectos de fumar al principio son incluso muy aversivos: tos , mareo…con  lo que para que el tabaco empiece gustarte tienes que pasar por algunos episodios de esta interacción tan desagradable con dicho producto. Con lo que tiene que existir un interés concreto por nuestra parte en que nos guste el tabaco. Para después en algunos casos llegar a engancharnos a una sustancia que está ampliamente demostrado que es muy nociva para la salud tanto del fumador como de los que le rodean, y que si consumimos en gran cantidad llega a suponer un gasto económico importante. 

Y en ocasiones se produce una verdadera dependencia: personas que necesitan salir cada cierto tiempo a fumar, que no rinden igual en su trabajo por el nerviosismo que le produce no poder fumar todo lo que le apetece, que incluso se ponen de muy mal humor si no pueden fumar.

Muchos fumadores dicen poder dejarlo en cualquier momento, yo les animo a que lo hagan. Se librarían de una importante carga. Estarían dejando de lado algo que realmente está coartando su preciada libertad. 

Porque como he dicho antes, queremos ser libres, pero nos atamos al tabaco. No es sano, es caro, y ni siquiera casa con los ideales de la mayoría de nosotros.

Por supuesto que los fumadores tienen la libertad de seguir siéndolo. Pero serían mucho más libres si lo dejaran. 

G.F. (Asistente a las I Jornadas de Bienestar psicológico y promoción de salud entre iguales) 




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