Los neumólogos han advertido de que los
cigarrillos electrónicos contienen "algunas sustancias idénticas" a
las que llevan los pitillos convencionales y han hecho hincapié en que pueden
causar cambios en los pulmones a corto plazo muy parecidos a los que se
producen al fumar los
cigarros normales. Esta es una advertencia que hacen los miembros de
la Sociedad Española
de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ante el uso cada
vez mayor de los cigarros electrónicos como método para el abandono
o sustitutorio del tabaco.
Los profesionales sanitarios no lo recomiendan,
ni lo aprueban ante la falta de pruebas y de evidencias científicas que
demuestren que son eficaces y seguros a largo plazo, de ahí que Segismundo
Solano, neumólogo y coordinador del Área de Tabaquismo de SEPAR, recomiende una
profunda investigación para estudiar sus efectos adversos.
Los sanitarios aún desconocen todos los efectos
de la inhalación de sus ingredientes, especialmente si se tiene en cuenta la
fuerte aspiración que requieren y el hecho de que los usuarios diarios puedan
consumir un promedio de 120 a
150 inhalaciones diarias, durante meses y años. Los efectos a nivel
respiratorio se pueden observar en un reciente estudio, donde se evaluó el
impacto del uso del e-cigarrillo en la función pulmonar durante 10
minutos en pacientes no fumadores y en fumadores sanos o con patología con
obstrucción crónica de la vía aérea (asma y enfermedad pulmonar obstructiva
crónica). Los principales resultados, según el doctor Solano, mostraron que el
cigarrillo electrónico aumentaba de forma inmediata la resistencia de la vía
aérea y disminuía su poder conductor del aire a través de la misma. Su efecto
era mayor en el grupo de no fumadores y fumadores sanos.
El hecho de que sea un producto novedoso y que se
pueda encontrar con diferentes gustos lo hace atractivo para los jóvenes, que
son los que más lo consumen y más conocimiento tiene sobre ellos, según un
estudio de la revista American
Journal of Preventive Medicine. En España aún no existe ninguna
regulación para la venta de este producto. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de la dificultad en la
regulación de los e-cigarrillos, ya que se pueden quedar fuera del
ámbito de los regímenes reguladores internos de los productos del tabaco.
Sin embargo, según los neumólogos, su creciente
popularidad y el hecho que se comercializan como alternativas a fumar
cigarrillos hacen necesario regularlos y establecer programas adecuados de
educación e información para limitar su uso. Por este motivo, según los
especialistas, la OMS
recomienda que los e-cigarrillos sean regulados como medicamentos,
siempre que tengan nicotina, y si no es posible, someterlos a las mismas
restricciones que el tabaco.
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