Vivimos en un mundo global y como tal nos enteramos en segundos de lo que pasa al otro lado del mundo pero esta globalidad también nos permite estar al corriente de las modas y costumbres de otros países y adoptarlos como propios por ese motivo conviene conocer que costumbres arraigan en otras naciones para que estemos preparados cuando lleguen a España. Por este motivo hoy desde COLOKATE vamos a hablaros de la última moda en consumo de drogas en Estados Unidos las "sales de baño".
Esta droga tiene unos efectos parecidos al LSD y se presenta en forma de polvo, es por esto que se la llama "sales de baño". El consumo de esta droga se ha disparado en Norteamérica pasando de 304 ingresos hospitalarios por su consumo en 2010 a los 6.000 registrados en 2011. Las posibles razones de este aumento tan repentino son su bajo coste y la posibilidad de adquirirla en cualquier gasolinera o tienda 24 horas, ya que su venta es legal.
Los efectos más evidentes que pueden aparecer tras su consumo son: delirio extremo, falta de control sobre las emociones y el propio cuerpo, aumento desmedido de la temperatura corporal y un estado de absoluta confusión. Además de sensación de invencibilidad, posesión de poderes extraños, paranoia extrema, violencia y alucinaciones.
Esta droga se considera la causa de lo que se ha dado a llamar "Apocalipsis Zombie" más como recurso literario que como realidad todo se dicho. Este denominación esta motivada por los múltiples casos aparecidos en el país americano de personas "colocadas" con esta droga que desnudas y con un derroche de ira irrefrenable han atacado a otra persona y han comenzado a devorarla. En algunos de estos casos la policía se ha visto obligada a abatir al atacante por la incapacidad para separarlo de su víctima.
Aunque los indicios parecen claros aún hay algo de reticencia a relacionar estos casos con el consumo de "sales de baño". En cualquier nuestra labor es comentar estos datos para que conozcáis las posibles consecuencias de su consumo y como os puede afectar. Vosotros decidís aunque la verdad no parece una droga demasiado apetecible.
Pedro Cortés
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