The Lancet revela, en dos nuevas investigaciones,
cuál es la carga mundial de morbilidad y mortalidad por los trastornos mentales
y uso de drogas ilícitas.
La carga mundial de mortalidad y morbilidad atribuible
a los trastornos mentales y abuso de sustancias ha aumentado de manera
constante en las últimas dos décadas, de acuerdo a dos nuevos estudios basados
en los datos extraídos del Estudio de la Carga Global de la Enfermedad
2010(realizado en 187 países), y publicados recientemente en la Revista The Lancet.
El primer estudio, titulado "Global burden of disease attributable to mental and substance use disorders: findings from the Global Burden of Disease Study 2010", halló que entre 1990 y 2010 la carga global de los trastornos mentales y por sustancias se incrementó un 37,6%, impulsado principalmente por los cambios en el crecimiento demográfico y el envejecimiento. Asimismo comprobaron que las adicciones y los trastornos mentales fueron la principal causa mundial de toda la carga de enfermedad no mortal. Sin embargo, las tasas de tratamiento para las personas que sufren estas patologías son bajas incluso en países desarrollados.
Según los investigadores australianos que
participaron en esta investigación, dentro del grupo de trastornos mentales y
de uso de sustancias, los trastornos depresivos representan el 40,1% de los
años perdidos debido a la mala salud, discapacidad o la muerte temprana.
Seguidos por los trastornos de ansiedad (14,5%), la dependencia de drogas
(10,8%) y los trastornos por consumo de alcohol (9,5%). Y fueron los trastornos
alimenticios, de conducta infantil y los trastornos generalizados del
desarrollo los que, conforme a estos autores, contribuyeron al 8,7% de los AVAD
(años de vida ajustados por discapacidad).
Por otra parte, según "Global
burden of disease attributable to illicit drug use and dependence: findings
from the Global Burden of Disease Study 2010", el segundo estudio de
The Lancet, la carga global de la enfermedad debido al consumo de anfetaminas,
cannabis, cocaína y opiáceos (incluida la heroína) se incrementó en un 52%
entre 1990 y 2010, y son los países de altos ingresos los mayores consumidores
de drogas. Específicamente, se observó que la dependencia de anfetaminas y
opiáceos fueron las dos formas más comunes de la dependencia de drogas ilícitas
en todo el mundo. Además, se halló que la mayoría de las personas dependientes
de drogas eran varones (64% para el cannabis y las anfetaminas, 70% para los
opiáceos y la cocaína). Otro de los descubrimientos de este estudio global: el
suicidio fue otro importante contribuyente a la carga de drogas ilícitas, ya
que es una causa común de muerte entre los consumidores habituales de cocaína,
anfetaminas y opiáceos.
Olga García Bermúdez
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